Se trata de un estudio descriptivo llevado a cabo a partir de un corpus concreto, las tres películas que componen la saga de Cars (2006, 2011 y 2017), En los últimos años, gran parte de la atención de los investigadores en traducción audiovisual (en adelante, TAV) se ha centrado en el tratamiento que los productos audiovisuales otorgan a la variación lingüística. La decisión de mantener o no un acento, un dialecto, parece revestir mucha más complejidad de la que a priori se puede prever y hay distintas variables que pueden explicar el hecho de que se tome un camino u otro.
Si bien en la ficción para adultos, parece haber cierto consenso en que resulta difícil mantener los rasgos de variación lingüística y a menudo se opta por la neutralización y la domesticación, no ocurre lo mismo con las películas de animación, en las que se entrevé que las decisiones de traducción suelen diferir de las adoptadas con otros géneros textuales.
De ahí que este estudio considere un corpus de tres películas infantiles estrenadas en los últimos años para estudiar cómo se han vertido y utilizado los acentos producto de la variación diatópica en la versión española para, en última instancia, corroborar o refutar el punto de partida de la investigación; la idea de que el género y el público potencial afecta notablemente a la hora de tomar una decisión sobre el tratamiento de la variación lingüística.