El principal objetivo decidido en el Acuerdo de París de 2015 fue el de mantener el aumento de la temperatura media mundial por debajo de 2C respecto a los niveles en la era preindustrial. La reducción de la concentración de CO2 (GEI, gases de efecto invernadero) en la atmósfera es urgente debido al continuo y sostenido aumento (>410 ppm enero de 2019) y su impacto negativo e incluso irreversible en el sistema climático. El abatimiento de CO2 se puede conseguir a través de tres vías: control de las emisiones, captura y almacenamiento, y conversión química y utilización del CO2. Las tecnologías de captura y almacenamiento de CO2 son una alternativa y existen materiales funcionalizados capaces de adsorber CO2 como las zeolitas, carbones activos, aminas terciarias, hidrotalcitas, MOFs, etc. siendo no solo el alta área superficial y volumen de poro, sino también las propiedades químicas del material parámetros clave para actuar como adsorbente. Sin embargo, las tecnologías que combinan la captura y conversión de CO2, exige un desarrollo de catalizadores de doble función1. En esta contribución se presentan algunos datos correspondientes al desarrollo de un nuevo catalizador bimetálico no soportado, tipo Ni-Ba, capaz de operar en régimen transitorio y cíclico, alternado una etapa de almacenamiento del CO2 contenido en corrientes de gas de escape y una segunda etapa de regeneración del catalizador a través de la inyección de pulsos de metano y la producción de corrientes enriquecidas de hidrógeno (syngas) por reformado seco in situ preferencial.