La cooperación tiene una transcendencia histórica y antropológica. Ha sido importante para el desarrollo, la evolución y la adaptación al medio cambiante de todas las especies, especialmente para el ser humano, que porta en su biología la necesidad de mantener relaciones cooperativas no sólo para sobrevivir, sino también para aprender. Sin embargo, la sociedad actual, regida por una cultura capitalista y neoliberal, tiende a sofocar esa naturaleza cooperativa para individualizar al ser humano y hacerlo competidor de sí mismo y del otro desde pequeño.
Por otra parte, los niños son eminentemente individualistas y egocéntricos y, poco a poco, desarrollan la capacidad de cooperar, estando el desarrollo de esa capacidad relacionado con el desarrollo madurativo que van sufriendo simultáneamente. El objetivo de este trabajo es analizar la relación existente entre maduración y cooperación en Educación Infantil, estableciendo una correspondencia directa entre capacidades madurativas y cooperativas a partir de la cual poder diseñar intervenciones en la escuela encaminadas a potenciar las segundas y conseguir así una sociedad cada vez menos competitiva.
Este trabajo está fundamentado en las teorías piagetianas para evaluar el nivel madurativo de los niños y en las teorías vygotskianas para analizar su interacción y cooperación. Así, se han llevado a cabo actividades derivadas de ambas corrientes y se ha podido esclarecer en gran medida cómo ciertos hitos madurativos se asocian con determinados logros en la capacidad de cooperación.