El presente trabajo parte de una previa investigación colectiva y multidisciplinar sobre las gerontomigraciones en el seno de la Unión Europea, en la que se analizó la existencia en España de municipios en los que reside un porcentaje significativo de ciudadanos de edad avanzada provenientes de otros estados miembros de la UE (gerontoinmigrantes comunitarios).
Estos municipios recibieron la denominación de lugares europeos de retiro. En ellos, la gerontoinmigración, a la vez que genera
nuevos retos y oportunidades, suscita una serie de problemas, entre ellos los lingüísticos. Como vía para resolver algunos de los aspectos que estos últimos presentan, y una vez descartado tanto que el derecho a la buena administración que establece la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea haga a los gerontoinmigrantes comunitarios titulares de un derecho a dirigirse en su propia lengua a la Administración local del municipio donde residen, como que éstos pudieran otorgar un estatus de oficialidad a algunas de las lenguas comunitarias más habladas en su territorio, se analiza la viabilidad de que algunas de estas lenguas pudieran ser declaradas «lenguas de trabajo» municipales.