La danza es una disciplina que no construye formas que duren en el tiempo, ya que únicamente existen durante el momento de su representación. Por lo tanto está ligada al tiempo, ya que sólo existe mientras se representa y está claramente ligada al ritmo y al movimiento de los bailarines en el espacio escenográfico.
El estudio de esos movimiento y la modificación temporal del espacio que los acoge es el objetivo principal de esta reflexión, donde la arquitectura es en este caso, el espacio escenográfico que se ve claramente alterado por el devenir de los bailarines al compas de la melodía.