En el preámbulo de la LOMCE se destaca que uno de los objetivos principales de la educación es promover en el alumnado un pensamiento propio y crítico. La biblioteca escolar puede considerarse uno de los espacios primordiales en los que promover ese modo de pensar a través de la lectura y la libre conversación de lectores y lectoras. Y puede ser asimismo un espacio privilegiado en el que expresar y compartir las emociones que suscita la puesta en común de las diversas interpretaciones de los libros.