La incorporación de la tecnología ha supuesto una constante desde la I Revolución Industrial y en la actualidad su intensidad de uso, su velocidad de introducción y sus características ligadas al mundo digital suponen un importante factor de diferenciación. Su expansión es consecuencia de las posibilidades que ofrece al mundo empresarial y a la sociedad en general, así como al abaratamiento de su coste y su relativa facilidad de uso. Esto está dando lugar a una transformación dirigida hacia la digitalización de la mayor parte de los procesos productivos y prestación de servicios, no pudiendo las sociedades cooperativas quedar al margen si quieren mantener su competitividad en el mercado.
Aún así, son muchas las empresas que no apuestan de forma clara por la digitalización, existiendo grandes diferencias entre sectores, tamaño de empresas e incluso dentro de una misma actividad y para empresas de características similares. Estas diferencias en el nivel de digitalización constituyen una brecha que puede dar lugar, en el medio plazo, a la desaparición de las organizaciones más obsoletas como consecuencia, no únicamente de ineficiencias en la producción o no acceso a los nuevos mercados digitales, sino del no aprovechamiento del potencial de los datos.
Ante esta realidad, nuestro trabajo pretende ofrecer a las cooperativas agrarias la posibilidad de evaluar su grado de digitalización mediante el uso de una herramienta que hemos denominado Balance Digital Cooperativo (BDC). Esta propuesta es fruto del estudio de la situación actual de los procesos de digitalización empresarial y de una revisión de la literatura que nos ha permitido identificar los conceptos, factores y variables que consideramos deben formar parte de este balance.