Para Eduardo Padrón el talento es universal, la oportunidad aún no. Con la publicación del Real Decreto 334/1985 del 6 de marzo de Ordenación de la Educación Especial, el Ministerio de Educación se comprometía a integrar a los alumnos y alumnas con diversidad funcional en los centros ordinarios públicos y concertados en todo el territorio nacional.
Pero en la provincia de Málaga, un grupo de personas, padres, madres y profesionales, se adelantaron unos años con experiencias de integración que consiguieron escolarizar en centros ordinarios al alumnado con diversidad funcional que poblaba las aulas especiales, los centros específicos o, incluso, se encontraban en sus propias casas.
La tesis reconstruye, a partir del testimonio de quince de esos pioneros y pioneras, el recorrido histórico de esos años. La categorización de esos mismos testimonios nos permite redactar, además, un relato coherente de lo que sucedió en esos momentos, contextualizándolo con lo que ocurría a nivel autonómico, nacional e internacional.
Las argumentaciones de estos informantes nos facilita información, por otro lado, del estado actual de la atención a la diversidad en Málaga, así como una hoja de ruta para conseguir una escuela verdaderamente inclusiva.
Este estudio cualitativo está precedido de un marco teórico, compuesto por un estudio terminológico, epistemológico e histórico, al que sigue un recorrido por la investigación en Ciencias de la Educación y el estado de la cuestión. Todo ello funciona a modo de homenaje a todas esas personas que ayudaron a generar en Málaga la primavera de la escuela.