El objetivo de este trabajo de investigación es intentar conocer, entender las acciones, ahondar en los orígenes, desvelar las raíces, proyectar su estrategia proyectual hacia el presente.
Esta investigación se centra en dos trabajos de Sáenz de Oíza separados entre sí treinta años.
1956, La Comisaría General de Urbanismo le encarga al equipo formado por Oíza, Sierra y Alvear el proyecto del Poblado dirigido de Entrevías, 2.108 viviendas construidas en tres fases, más el Poblado Mínimo.
1986, la Consejería de Ordenación del territorio resuelve a favor de Sáenz de Oíza el concurso de ideas para la ordenación de la manzana junto a la M-30. Un bloque lineal para 400 viviendas.
La vivienda ocupa en el pensamiento y quehacer de Oíza un papel fundamental, existiendo números pensamientos suyos recogidos en artículos o conferencias en los que reflexiona sobre ella, pero, paradójicamente, entre estas dos fechas no realiza proyectos de vivienda social significativos.
En la década de los cincuenta desarrolla una serie de proyectos de vivienda social en equipo, que podemos considerar trabajos de formación.
El interés en estudiar estas dos obras radica no sólo en su calidad arquitectónica, también, en su proyección y escala urbana, de experimento de creación de ciudad, así como de reflejo del cambio en la manera de abordar la construcción en y para la ciudad.
Oíza utiliza estos proyectos para reflexionar acerca de la ciudad, ese proceso de reflexión es también reflejo de los cambios en la cultura y la sociedad de los treinta años. Desde su personal forma de abordar el proyecto arquitectónico, buscando una comprensión fenomenológica y sistémica de la realidad en la que interviene, resulta inevitable que la escala de ambos proyectos no derive en una propuesta y un entendimiento de la ciudad que está construyendo.