La Academia apenas ha mostrado preocupación por la ortología del
español, como lo prueba el hecho de que carezcamos para esta rama
normativa de la fonética de una obra semejante a la que
periódicamente, con más o menos aciertos, se ha ido publicando para
l
a ortografía desde la fundación de la institución académica. Las únicas
referencias sobre la pronunciación con carácter preceptivo se hallan
dispersas en las distintas ediciones de la
Ortografía
y en las alusiones,
no menos dispersas, que se recogen en el
tercer volumen de la
Nueva
gramática de la lengua española
, dedicado a la fonética y a la
fonología (2011). En esta ocasión, me centraré en las
recomendaciones y propuestas en torno a la ortología de la palabra.
Quedarán, pues, al margen las cuestiones ref
erentes a las
realizaciones de los fonemas y me ceñiré, en estrecha
correspondencia con la ortografía de la palabra, a aspectos tan
diversos como la doble acentuación o la pronunciación de los
extranjerismos. La delimitación de estas y otras normas ortológ
icas
resulta esencial para distintos ámbitos de una lengua internacional
como el español, ya sea, por ejemplo, en su uso en los medios de
comunicación, ya sea en su enseñanza como segunda lengua.