España es uno de los países de Europa en el que más ha crecido la población inmigrante
durante los primeros años de este siglo. Sin embargo, durante el mismo periodo de tiempo, la
tasa de delincuencia se ha mantenido constante, incluso ha descendido ligeramente, por lo
que la evolución de ambos fenómenos no permite establecer una relación positiva entre ellos.
Sin embargo, las evidencias empíricas han puesto de manifiesto que las experiencias de
inmigración varían enormemente en función de las condiciones locales de acogida y que es
importante prestar atención a los factores del contextos que facilitan la implicación de los
inmigrantes en actividades delictivas. En España no se han realizado estudios empíricos que
aborden a nivel local las condiciones familiares y sociales de los inmigrantes desde una
perspectiva criminológica. Para suplir este vacío se ha realizado una aproximación a la
delincuencia auto-informada de los inmigrantes asentados, a las condiciones de su entorno, y
a sus percepciones sobre el control social. A partir de 174 entrevistas estructuradas a una
población de conveniencia constituida por inmigrantes con tres o más años de residencia en
Málaga capital durante 2017 y 2018, se explora la relación entre las condiciones locales y la
participación delictiva, así como su percepción sobre instituciones del control social formal.
Los resultados agrupados por procedencias desvelan ciertos factores del contexto social que
fortalecen la integración de ciertos colectivos y permiten también conocer el grado de
legitimidad otorgado a las instituciones policiales y judiciales. Todo ello contribuye a un
mejor conocimiento de la población inmigrante asentada y de las necesidades implícitamente
requeridas en términos de políticas públicas locales.