La condición física es considerada como uno de los marcadores de salud y calidad de vida más potentes en la infancia y adolescencia, siendo la flexibilidad un componente esencial de la condición física relacionada con la salud. Numerosos estudios científicos han hallado una relación entre niveles bajos de flexibilidad isquiosural y problemas de espalda. De hecho, un alto nivel de acortamiento en esta musculatura se ha relacionado con una alta probabilidad de sufrir dolor lumbar, hernias discales, espondilolisis, así como otras patologías osteoarticulares. Actualmente, niveles bajos de flexibilidad isquiosural afectan a un gran número de niños y adolescentes en edad escolar. Por ejemplo, en España uno de cada cinco adolescentes tiene limitada su extensibilidad isquiosural. Por tanto, deberían diseñarse y potenciarse más políticas de promoción de mejora de la flexibilidad con el fin de prevenir este problema.
En este sentido, la asignatura de Educación Física (EF) podría convertirse en el contexto ideal para la detección precoz de acortamientos en la musculatura isquiosural, así como desempeñar un papel muy importante en el desarrollo y mantenimiento de niveles normales de flexibilidad enmarcados dentro de los límites saludables, con el fin de prevenir posibles patologías futuras que puedan afectar a la salud de los niños y adolescentes. Por tanto, sería necesario conocer los efectos empíricos de diferentes intervenciones en educación física, cuyo objetivo principal sea la mejora de la flexibilidad isquiosural en estudiantes de Educación Primaria y Secundaria. Todo ello con el objetivo de poder diseñar una planificación viable y eficaz que persiga la mejora de la salud y calidad de vida de la población escolar a largo plazo.