El modo B del ecógrafo es muy útil para visualizar algunos tipos de lesiones, pero es incapaz de distinguir lesiones de carácter isoecoico con el tejido de alrededor, lesiones que en cambio poseen mayor rigidez como algunos tumores o la cirrosis hepática. La palpación puede ayudar a detectar esos cambios en la rigidez de los tejidos, pero sufre de limitaciones como la dificultad de acceso a tejidos profundos, un reducido tamaño de la lesión o la pericia del examinador. La elastografía es una nueva herramienta de estudio que usa técnicas de imagen como la sonografía (entre otras posibles técnicas como la resonancia magnética o la tomografía computarizada) como medio de apoyo para estudiar los cambios en la rigidez en tejidos profundos. La aparición de varios trabajos, en los que se desarrollaban una de estas técnicas para el estudio de los puntos gatillo miofasciales, junto a la similitud existente en dos patologías del sistema musculoesquelético tan comunes como el síndrome del dolor miofascial, con sus puntos gatillo miofasciales y la fibromialgia, con sus tender points, llevó a la elaboración de un primer trabajo donde se valoró la posible utilidad de diferentes variables ecográficas en la discriminación de los tender points en pacientes con fibromialgia. En este primer trabajo se emplearon diferentes indicadores ecográficos para el estudio de los tender points en el músculo trapecio superior, empleando en concreto: la valoración de la morfología mediante la imagen en escala de grises, el uso de técnicas Doppler color para el estudio de la resistencia de los tejidos al paso del flujo sanguíneo, y el estudio de la elasticidad relativa de la zona mediante sonoelastografía por vibración. En este trabajo no se encontraron diferencias significativas en la rigidez del trapecio superior en pacientes con fibromialgia en comparación con un grupo control.