El importante y resistente desempleo en muchos países, particularmente después de la última crisis (aunque ya presente antes de la misma), ha puesto en primera línea de atención a las políticas de empleo, tanto por las expectativas depositadas en las mismas, como por los importantes recursos económicos dedicados, sin embargo, los resultados son cuanto menos cuestionables.
Centraremos la intervención en la gestión de dichas políticas, fundamentalmente en a) la planificación, b) ejecución y c) evaluación de las mismas, teniendo en cuenta las limitaciones intrínsecas y los efectos distorsionantes que presentan.
Por último, se aportarán consideraciones que puedan contribuir a mejorar sus resultados, prestando especial interés a la evolución de las ocupaciones como uno de los elementos que debe guiar los ejes de las políticas de empleo