Muchas enfermedades del sistema nervioso central (SNC) pueden ser tratadas dirigiendo
fármacos a esta zona del cuerpo. Sin embargo, el camino hacia el encéfalo se ve obstaculizado
por una serie de factores, constituyendo la barrera hematoencefálica (BHE) el de
mayor importancia y el más difícil de superar. La BHE presenta una estructura que en
esencia conforma un gran muro ante el paso de numerosas sustancias. Se trata por tanto
de una barrera de una permeabilidad altamente selectiva.
Se han desarrollado diversas líneas para penetrar la BHE, entre las cuales destaca la
nanotecnología y más concretamente la creación de partículas de muy pequeño tamaño
(ya que constituye uno de los principales requisitos a cumplir a la hora de superar la
BHE). El objetivo de estas partículas es alojar el fármaco en su interior para así poder
transportarlo y liberarlo en su destino correspondiente. Existen varias técnicas para realizar
lo que se conoce como encapsulación, aunque en este caso se le prestará especial
atención a la técnica del co-flujo. Se realizará una búsqueda bibliográfica previamente
sobre el tema y se desarrollarán en laboratorio una serie de experimentos con la finalidad
de crear cápsulas capaces de contener estos fármacos en su interior.