En el año 1946, la OMS definió salud en el preámbulo de su Constitución como
aquel estado de completo bienestar físico, psíquico y social. Definición
que fue
aprobada dos años más tarde y que no ha sido actualizada en los últimos 70 años, a
pesar de las numerosas críticas que solicitan la inclusión de otras dimensiones de salud
(medioambiental, laboral, etc
.
) y
definiciones más adaptadas a la capacidad
de sentirse
saludable teniendo alguna de las predominantes enfermedades crónicas en la
actualidad.
La inclusión del concepto social en salud fue un aspecto revolucionario que dio
impulso a las primeras investigaciones sobre los determinantes sociales de
la salud
(DSS). Las condiciones donde una persona nace, crece, vive, trabaja y envejecen,
determinan su salud, afectando no solo a su esperanza de vida, sino a la incidencia de
un amplio espectro de enfermedades. La Comisión sobre los Determinantes Sociale
s de
la Salud de la OMS, creada por la OMS, con Michel Marmot a la cabeza de las
investigaciones, ha generado una gran evidencia científica sobre la importancia de los
DSS en la salud de las personas y las desigualdades que generan cuando no todas las
pers
onas se ven afectadas de la misma manera. Las desigualdades en salud son
aquellas diferencias injustas y evitables, que se producen por las políticas sociales que
no tienen a la salud en el foco de sus acciones.
Los profesionales sanitarios debemos senti
rnos responsables del conocimiento
e identificación de los aquéllos factores sociales que determinan la salud,
independientemente del grado de especialización que obtengamos en nuestras
carreras profesionales dado que, como decía Hipócrates, “médico es aqu
él que a veces
cura, a menudo alivia y siempre debe cuidar de sus pacientes”.
Una de las ramas de
nuestro compromis
o social puede ser implementada, en nuestro medio,
a través de
l
voluntariado socio
-
sanitario, y a nivel exterior, por medio de
la ayuda huma
nitaria o de
emergencias, o de la cooperación internacional.
En cualquiera de los casos, sería interesante en nuestra formación como futuros
profesionales sanitarios
desarrollar nuestro compromiso social
para evaluar, cuidar
,
aliviar y, si es posible, cu
rar a nuestros pacientes
desde una perspectiva integral,
luchando contra los efectos de las desigualdades en salud y sensibilizando con nuestra
investigación social, sobre la necesidad de la lucha contra
la desigualdad.