El conferenciante se refirió de forma amplia al proceso histórico de la revoluciones burguesas, destacando el papel de los tres principios que inicialmente componían el tríptico clásico (libertad, igualdad y fraternidad), papel que había resultado ser desigual, puesto que el tercero de ellos fue rápidamente olvidado y, más adelante, a lo largo de la historia, ha podido retornar a los ámbitos jurídico y político con otros nombres, como el de solidaridad. Acerca de la fraternidad detalló, entre otras ideas de importancia, su naturaleza compleja y relacional, puesto que contribuye a explicar también la noción de los otros dos principios. Hizo hincapié en que la fraternidad es un principio de realidad (porque no se elige al hermano) y al mismo tiempo de diferencia (porque permite la integración, no sólo de los iguales, sino también de los diferentes). Por último, lamentó la reciente reducción del tríptico en el ámbito de la Unión Europea, reduciéndolo al lema “libertad, seguridad y justicia”. El hecho de que la justicia asuma el papel que antiguamente ocupaba la fraternidad le llevó a insistir en que la justicia que propicia la fraternidad es de mucho mayor calado.
Tras la conferencia, y previa la clausura del acto, se tuvo la oportunidad de iniciar un corto pero muy interesante debate.