La existencia de dolencias o limitaciones psíquicas o físicas que se manifiestan durante el desarrollo de la relación laboral pueden justificar el reconocimiento de una incapacidad permanente, si bien, ello dependerá de la valoración realizada por el EVI. Lo que se pretende, en esta comunicación, es analizar la interpretación que los órganos judiciales han realizado en los supuestos en los que se acreditan la imposibilidad de la prestación laboral pero no han justificado una incapacidad. El esquema a seguir será: 1.- La Incapacidad Permanente y la limitación funcional. 2.- La coincidencia con otros supuestos. 3.- Criterios de delimitación. 4.- Conclusiones.
El objeto final será reflexionar sobre la posible existencia de elementos comunes o diferenciales de la IP frente a otros supuestos y, si ante la ausencia de ésta, pueden prosperar otras figuras que se basen en limitaciones análogas.