A través de los diarios y de los diversos escenarios de diálogo con los estudiantes, estos dan cuenta de que el practicum es el momento más esperado de toda la formación. Pero ¿cómo perciben ambos espacios, la universidad y el centro, durante el prácticum? ¿Hablamos de contextos diferentes con diferentes lenguajes o por el contrario construimos un contexto de aprendizaje múltiple reflexivo?. En esta presentación pretendemos ofrecer la percepción que tienen los estudiantes de esta relación y del sentido del aprendizaje en ambos contextos.
Se entiende que el contexto de aprendizaje en la relación universidad – escuela deben estar entrelazados, en los que profesorado y alumnado transita entre uno y otro. Por tanto se supone que en el prácticum se construye un contexto de aprendizaje compartido, múltiple y reflexivo, en el que se ponen en juego los conocimientos, las creencias, las tradiciones y las expectativas. Los relatos de los estudiantes generalmente muestran un panorama bien diferente, con contextos de aprendizaje separados y en contradicción en muchas ocasiones: La formación en la universidad y las rutinas escolares, que representan el horizonte laboral próximo, se mueven en el terreno del conflicto conceptual, teórico e ideológico. En este marco se ven en la necesidad de optar, tomar partido y definir posiciones respecto al sentido y el valor de la práctica educativa en relación a las propuestas de formación, y viceversa.
¿Cómo resuelven los estudiantes este dilema, no siempre explícito? Algunas de las cuestiones que estamos analizando muestran una realidad peculiar:
- Se confirma el aprendizaje disciplinar
- La escuela como espacio profesional es un lugar incuestionable, incluso desde lo afectivo.
- Se desarrolla una particular idea de infancia, como sujeto dependiente.
- El orden, la disciplina, el silencio son valorados como necesarios.
- La técnica, el procedimiento y lo estratégico se sitúa en un lugar central del trabajo docente.
- Etc.
En síntesis se puede decir que el prácticum tiene un gran componente emocional como experiencia de aprendizaje en interacción, que implica al alumnado en su visión de la profesión.