La intervención del sistema penal en materia de violencia de género tiene un lugar relevante en el marco legislativo e institucional. Con él se dirige la tutela penal hacia su labor preventiva y sobre todo hacia la protección de la mujer-víctima.
Este trabajo explora desde un punto de vista empírico las experiencias de protección que el proceso penal pretende brindar a las mujeres maltratadas. Se ha utilizado una metodología cualitativa y un análisis de la misma índole tras la realización de entrevistas a quince mujeres protagonistas de procesos penales de violencia de género.
Los resultados reflejan las particularidades del trato institucional que se dispensa a las víctimas a partir del encuentro y el desencuentro con los distintos operadores jurídicos. Se reflexiona en torno a la idoneidad del proceso penal para dar protección a la mujer víctima y se realizan propuestas de mejora.