La dipladenia (género Mandevilla) es una planta nativa de Suramérica con un creciente
interés en el sector ornamental, cuyo mercado anual está estimado en 300-400 millones
de euros. Las infecciones causadas por Pseudomonas savastanoi, una de las diez especies
integrantes del complejo Pseudomonas syringae, suponen una importante amenaza para
este mercado. La necrosis bacteriana de la dipladenia, provocada por P. savastanoi, se
caracteriza por la aparición de manchas necróticas rodeadas de un halo clorótico en las
hojas y el desarrollo de tumores en los tallos. Esta sintomatología se describió por primera
vez en Estados Unidos en 2010 y desde entonces se han producido nuevos brotes de la
enfermedad en varios países europeos: Alemania (2012), Francia (2012) y Eslovenia
(2014). Durante la primavera de 2013 y el otoño de 2014 se detectaron en España plantas
de dipladenia con síntomas típicos de la enfermedad, de las que se aislaron varias cepas
y posteriormente se identificaron como P. savastanoi mediante análisis multilocus de la
secuencia de genes esenciales. Inoculaciones de estos aislados en plantas sanas, seguidas
del reaislamiento e identificación, completaron los postulados de Koch, demostrándose
que P. savastanoi es el causante de esta enfermedad también en España. Estas cepas de
P. savastanoi patógenas en dipladenia (Psd), se han caracterizado junto con una colección
de aislados procedentes de todos los países donde se ha descrito la enfermedad.
Curiosamente, el perfil LOPAT (Levano, Oxidasa, Pectinolisis, Arginina dihidrolasa,
respuesta hipersensible en Tabaco) de todas ellas difiere al de la mayoría de las cepas del
complejo P. syringae, dado que Psd no induce la respuesta de hipersensibilidad (HR) en
Nicotiana tabacum, aunque codifican un sistema de secreción tipo III funcional. Análisis
filogenéticos de los aislados de Psd han revelado la existencia de una relación próxima a
cepas de P. savastanoi aisladas de adelfa. Sin embrago, ensayos de patogenicidad cruzada
en varios huéspedes de P. savastanoi (olivo, adelfa, fresno y retama), sugieren que Psd
podrían constituir un nuevo patovar de esta especie. Finalmente, y utilizando una cepa de
Psd marcada con la proteína verde fluorescente, hemos comprobado la migración de
patógeno a otras zonas de la planta causando una infección sistémica y, en último término,
la marchitez completa de la misma.