En este trabajo se va a poner de manifiesto la naturaleza singular de las sociedades cooperativas y como éstas presentan una doble componente (social y económica) en el desarrollo de sus actividades. Componentes que van unidos y que, de alguna forma, obligan a este tipo de organizaciones a desarrollar una gestión de tipo social.
Todo lo anterior sería cierto siempre y cuando las cooperativas cumplieran y respetaran sus normas básicas, es decir, sus valores y principios. De hacerlo estaríamos ante empresas socialmente responsables por naturaleza.
En base a todo lo anterior se está trabajando en un modelo de balance social aplicable a las cooperativas y basado en el cumplimiento de sus valores y principios.