El presente trabajo estudia los fenómenos literarios y artísticos en general (la dimensión “estética” de la crítica contemporánea) como una forma ideológica: la ideología es una estructura discursiva de respuesta a los cambios y conflictos sociales en cualquier formación social, no reside en ningún nivel “superestructural” dado de antemano, según cierto marxismo mecanicista, sino que hay que producirla (Louis Althusser, La Revolución Teórica de Marx, 1.965). Usando la idea de “obstáculo sustancialista” de Bachelard (La formación del espíritu científico, Capítulo VI, 1.948) y los matices introducidos en el concepto “sustancialismo” (“organicismo sustancialista”) por Juan Carlos Rodríguez –Teoría e historia de la producción ideológica (Las primeras literaturas burguesas), 1.974– se analiza cómo Feijoo y Luzán producen la “teoría” literaria de la ideología sacralizada del XVIII, aunque la historiografía ve en Feijoo los precedentes de la práctica experimental moderna y la teoría del gusto estético y ha desligado el nacimiento de la regla de las tres unidades de Luzán de la lógica sacralizada, vinculándola erróneamente con la ideología burguesa del Neoclasicismo. Gregorio de Salas, en el Observatorio rústico (1.785), muy leído en el siglo XIX, construye la imagen del Desprecio de Corte y alabanza de Aldea de Antonio de Guevara y la temática "barroca" de La vida es Sueño, ajena al empirismo sensista inglés: al dejar de ser dominante económicamente el modo de producción feudal, la ideología sustancialista diluye la antigua claridad de sus nociones y ha de asumir la terminología contra la que lucha y la epistemología que sustenta al pensamiento burgués, pero siempre funciona bajo su propia lógica aristotélico-escolástica. Se realiza un repaso a dicha lógica: la teoría medieval de la retórica y la pervivencia de esa tradición "no-literaria" en el Siglo de Oro español, la preceptiva literaria y artística sustancialista de nuestro "Renacimiento" y "Barroco", que concibe las Bellas Letras como tekné (la "técnica" de la cultura helenística, entendida como artificio: ingenio, habilidad y mecanismo). Cuando aparece la ideología animista (Boscán, Garcilaso, Herrera, Fray Luis de León, San Juan de la Cruz, Santa Teresa, Góngora, El Greco y El Quijote), los conceptos de artificio/ingenio se acomodan a una estructura que no existía hasta entonces, la artístico-literaria, e impone su epistemología: distinción privado/público, autor-lector/mercado-público receptor, "cada uno hijo de sus obras", la "República Literaria" como espacio objetivo y la erudición, donde todo es neutro ideológicamente.
Se analiza también la lucha ideológica sustancialismo/Ilustración en las academias de Bellas Artes de San Fernando y de San Carlos, y la lógica interna organicista de El museo pictórico y escala óptica, de Palomino (1714-1724), discurso académico dominante hasta bien entrado el siglo XVIII. Se considera luego la Oración Arte de pintar (1776), de Mayáns, ejemplo del Neoclasicismo ilustrado, leída ante la Academia aunque no publicada por la censura sustancialista.
Se añaden dos apéndices bibliográficos: el primero recoge los trabajos utilizados para el presente estudio; el segundo ofrece una bibliografía, por secciones, mínima e imprescindible a la hora de profundizar los problemas planteados.