Actualmente los ensayos clínicos pragmáticos están de moda, las autoridades u organismos competentes requieren saber y decidir qué tratamiento o intervención es más eficiente, en relación al coste.
Los ensayos clínicos pragmáticos pretenden demostrar que un medicamento es efectivo frente a la medicación estándar. A diferencia de los ensayos clínicos explicativos, que dan la eficacia del tratamiento ante una situación ideal, los pragmáticos proporcionan la efectividad del tratamiento ante una situación clínica habitual.
El mayor problema para realizar los ensayos clínicos pragmáticos es la necesidad legal de obtener el consentimiento informado habitual, que contiene 22 elementos de información, por escrito.