Aquí hablamos de un proyecto cuya idea es reducir toda esta temática a su perfil más básico.
Imágenes que tachamos de usuales. Pero ahí es donde reside el ejercicio. En la idea
de lo cotidiano,de esa corriente costumbrista1 que encubre el pensamiento más simple
que rodea al ser humano, las preocupaciones constantes en la historia y filosofía de
la humanidad,como son: la vida,la muerte o el sexo; donde podemos encontrar aquella
capacidad de maravillarnos de nuevo, captar lo hermoso dentro de lo común, de lo
imperfecto. Solemos buscar lo nuevo y singular en el exterior haciendo el vacío a lo que
tenemos en frente, que a fin de cuentas, es lo que nos define como individuos o, con tintes
sociales, como colectivo. En este sentido, jugamos con la supresión de los rostros para que el espectador haga de ese entorno algo suyo, siendo él mismo, no sólo el observador de la obra, sino de lo que en éste acontece, dándole una participación extra, una suerte de vouyerismo.