La metodología observacional ha adquirido una gran pujanza dentro de las metodologías de investigación en Ciencias del Comportamiento. Supone un acercamiento flexible y riguroso al estudio de la conducta, que se puede realizar en ambiente natural. Aunque en ocasiones se ha considerado un enfoque cualitativo, es una metodología que convierte el flujo de comportamientos en códigos, permitiendo por tanto su codificación. No es, por tanto, un simple procedimiento de recogida de datos (a través de observación), sino que constituye una metodología completa, desde la elaboración de hipótesis hasta la discusión de resultados. Ofrece dos tipos de análisis, siendo el primero la medida puntual de comportamientos, y el segundo, más rico, el estudio de patrones comportamentales, estableciendo cuando una conducta sigue a otra con una frecuencia mayor a la que se puede esperar por azar.