El salto vertical es un elemento crucial para el voleibol ya que está presente en numerosas acciones y juega un papel importante en el rendimiento, en muchas de ellas, especialmente en el remate y el bloqueo. Como norma general, a mayor altura de estas acciones se generan más opciones de puntuar. Por eso, el salto en voleibol ha sido tema principal de estudios y desde la perspectiva del entrenamiento físico ha sido uno de los objetivos prioritarios para los entrenadores.
En esta tesis se ha estudiado la capacidad de salto en acciones específicas propias del voleibol. A través de una investigación correlacional se analizaron las relaciones existentes entre la altura del salto con respecto al género, la categoría, el nivel competitivo, la posición de juego, variables antropométricas y dinamométricas. Además se calculó la influencia en el salto de la fuerza explosiva de la musculatura extensora de las extremidades inferiores, del contramovimiento, la acción de los brazos, la carrera previa y el ajuste de la acción por la coordinación con la trayectoria del balón.
Para estudiar la capacidad de salto se utilizó una batería de saltos, que incluyó saltos estándar y específicos. De la batería de Bosco, se incluyeron tres saltos estándar: el squat jump (SJ), el countermovement jump (CMJ) y el countermovement jump con brazos libres (CMJas). Y los cuatro saltos específicos medidos en este estudios fueron: el salto de remate (SR), el salto de bloqueo (SB), el salto de remate con balón (SRB) y el salto de bloqueo con balón (SBB). Para la medición de los saltos se utilizaron dos sistemas de medida diferentes: la plataforma de contacto Ergojump (Bosco System), y la medición fotogramétrica. Con el primero, se extrajeron la mayoría de los valores de los test de salto que se han utilizado, mientras que con el segundo se compararon los valores de test de salto de remate con y sin balón. La muestra se compuso de un total de 8 selecciones masculinas y 8 femeninas de categoría cadete (76 chicos y 77 chicas) y 12 equipos sénior de alto nivel (53 hombres y 47 mujeres), un total de 253 jugadores de voleibol. Además de los test de salto, se realizaron mediciones antropométricas, un test de dinamometría, y se registró la información, a través de un formulario, de aspectos como los años de práctica, posición de juego, entre otros.
Una vez analizados los resultados, se hallaron diferencias significativas en la altura de salto a favor del género masculino, a favor de los sénior respecto a los cadetes, a favor de los que tienen mayor nivel competitivo en el género femenino, mientras que en el masculino las diferencias no fueron significativas. La fuerza explosiva de los extensores de las extremidades inferiores, el contramovimiento, acción de los brazos y la carrera previa, se mostraron como acciones positivas para el rendimiento del salto vertical. Sin embargo, el ajuste de la acción por la coordinación con la trayectoria del balón influyó negativamente sobre la altura del salto. Se compararon los sistemas de medición del salto utilizados en este estudio, la plataforma de contacto y el sistema digital; y se encontró una correlación muy alta entre ambos.