En la construcción social de la realidad que llamamos globalización, aparecen como los principales poderes el poder económico y el poder mediático. Y el poder económico cuando se alía al poder mediático, o más aún cuando lo controla, lo compra, lo concentra, dispone de una enorme palanca capaz de hacer temblar a cualquier legitimidad basada en valores.
Este ejemplo etnográfico tan de actualidad, nos permitirá profundizar en una indagación metódica que contraste juicios de valor y juicios de realidad.