La precaria inclusión de las terapias de reasignación de sexo en la cartera de servicios del sistema nacional de salud representa las tensiones y dificultades a las que deben enfrentar las personas transexuales en nuestro país. Que el mayor avance normativo venga de la mano de las Comunidades Autónomas nos sitúa ante un escenario con diversos tratamientos que abarcan desde el derecho subjetivo a la libre determinación del sexo a protocolos de corte disciplinante. Sin duda nuestra sociedad esta abriéndose a la normalización y aceptación de la diversidad sexual y por tanto las normas que aquí se analizan tienen la virtud de ser pioneras, lo que implica que deberán saber evolucionar en pro de un tratamiento igualitario y no discriminatorio de todos los grupos sociales que componen nuestra sociedad.