Introducción
Se establece el panorama actual en materia de trastorno obsesivo compulsivo (TOC) y trastorno de ansiedad generalizada (TAG).
En primer lugar, refiriéndonos a TOC, se realiza una descripción de los criterios diagnósticos del trastorno según DSM-5. Esta clasificación diagnóstica internacional, especifica en la versión actual, diferentes niveles de introspección del TOC, características del trastorno con inicio en infancia, a pesar de la gran similitud entre la sintomatología adulta e infantojuvenil, como mayor gravedad de la sintomatología, posible falta de conciencia y una vivencia menos cognitiva del trastorno.
En un segundo apartado, tratando el TAG, establecemos los criterios diagnósticos según DSM-5. Es imprescindible destacar el papel fundamental de la preocupación en este trastorno. Además, se examinan hallazgos importantes como el inicio en infancia y adolescencia de la mitad de los casos con TAG o la mayor frecuencia en niñas que niños del trastorno.
Desarrollo teórico
En el tercer punto, se describen las diferentes teorías cognitivas que explican el origen y mantenimiento del TOC. En resumen, tales teorías, asumen que el pensamiento intrusivo indeseado en presencia de creencias disfuncionales tiene un papel fundamental en el desarrollo de los síntomas y que, a la vez, esas creencias por sí solas, no son suficientes para generar el trastorno.
En último lugar de la introducción teórica, repasamos las teorías cognitivas explicativas del TAG, en ellas, se asume que la vulnerabilidad psicológica (entendida como la sensación de que los eventos amenazantes son impredecibles y/o incontrolables) durante un evento estresante, puede provocar la preocupación y ansiedad excesiva.
Conclusiones:
Tanto la sintomatología obsesiva-compulsiva como los síntomas de ansiedad generalizada se relacionan con responsabilidad sobredimensionada, con importancia de los pensamientos y de su control y con intolerancia a la incertidumbre.
A mayor responsabilidad sobredimensionada, existen más síntomas obsesivo-compulsivos, así, la responsabilidad sobredimensionada es suficiente y necesaria para producir síntomas obsesivo-compulsivos.
Por otro lado, la importancia y control de los pensamientos intrusos es un factor suficiente y necesario para producir síntomas obsesivo-compulsivos.
Por último, la intolerancia a la incertidumbre no genera de forma importante ansiedad generalizada, por sí sola no es suficiente para generar sintomatología de ansiedad generalizada.
Además, la ansiedad generalizada puede generarse en ausencia de intolerancia a la incertidumbre, ésta última no es necesaria pero la favorece.
Nuestra conclusión es que la intolerancia no es necesaria para presentar ansiedad generalizada pero sí está frecuentemente presente, probablemente porque quien tiene síntomas de ansiedad generalizada tiende a generar intolerancia, no siempre pero sí frecuentemente, debido a condiciones que no conocemos.
Bibliografía básica
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