La tesis tiene como objetivo analizar las relaciones sociales, conductas agresivas y violencia en la educación secundaria obligatoria en función de diferencias de sexo y de estatus socioeconómico (en adelante, SES). La gravedad de los datos actuales que señalan altas tasas de violencia de género y conductas agresivas, así como el escaso número de investigaciones que analiza el papel de la variable SES en estas conductas, justifican la relevancia de esta investigación. La tesis se divide en cuatro partes o bloques:
Bloque I. Justificación teórica.
En este primer bloque se realiza una delimitación conceptual de las variables principales objeto de estudio, distinguiendo las diferencias por sexo y SES, según la literatura científica reciente: 1) desarrollo y educación de la competencia social y las relaciones interpersonales; 2) la agresión y violencia, tipos, teorías explicativas, consecuencias, factores de riesgo; 3) variables implicadas o mediadoras de las relaciones sociales y la aparición de conductas agresivas y/o violentas, agrupadas en tres categorías: del alumno o alumna, del contexto sociocultural y familiar, así como del centro.
Bloque II. Parte empírica.
Se describen los objetivos de la investigación, implicaciones de los mismos, muestra, metodología, procedimiento e instrumentos de evaluación utilizados.
Los objetivos generales son tres: 1) Analizar el efecto de dos variables criterio, el sexo y SES, sobre una serie de variables implicadas en las relaciones sociales (variables predictoras): autoconcepto prosocial, competencia social, uso de estrategias hábiles e inhábiles para la resolución de conflictos, clima escolar, convivencia escolar, nivel de violencia sufrida y observada, grado de satisfacción en clase, grado en que es considerado simpático por sus iguales, grado en que es elegido para trabajar en equipo por sus iguales, grado en que es considerado prosocial por sus iguales, grado en que es considerado agresivo por sus iguales, empatía, inteligencia emocional, ajuste social, rendimiento académico, implicación familiar en la vida académica, relación del alumno/a con su profesorado, número de libros en casa, valores personales, valores sociales, valores individualistas, violencia escolar, SES, nivel de estudios del padre y madre, ocupación del padre y madre, ingresos familiares. 2) Analizar el efecto de dos variables criterio, sexo y SES, así como distintas variables contextuales de la familia, en la conducta violenta. 3) Establecer un modelo predictivo, siendo las variables a predecir sexo y SES, y las predictoras, variables relacionadas con las relaciones sociales.
La muestra la componen 173 alumnos/as de 1º E.S.O. de un instituto de Málaga (media de edad 12.43 años), distribuidos en siete grupos. Dos de los grupos cursan un programa bilingüe español – inglés (59 alumnos/as, 34.1%) y casi el 66% sigue la enseñanza de forma ordinaria. Respecto a la distribución por sexos, 101 son chicos (58.4 %) y 72 chicas (41.6%). En relación a la distribución de la muestra por SES (considerando que se dispone de la información completa de 172 alumnos/as.), se distribuye de la siguiente forma: SES bajo: 11; SES medio – bajo: 55; SES medio: 61; SES medio-alto: 30; SES alto: 15. En la evaluación se han utilizado 13 instrumentos utilizando distintas fuentes de información: autoinforme, los iguales y el/la tutor/a.
Bloque III. Análisis de los resultados y discusión.
Tras análisis factorial, así como, análisis discriminante de las distintas variables, los resultados de la investigación realizada van en la línea de muchas investigaciones reseñadas: 1) Sexo: se ha encontrado que las chicas puntúan más alto en autoconcepto prosocial, empatía, ser consideradas más prosociales y menos agresivas por los iguales, ajuste social y rendimiento académico (todas ellas características positivas), mientras que los chicos puntúan más alto en conducta violenta, uso de estrategias inhábiles de resolución de conflictos interpersonales y en ser considerados menos prosociales por los iguales. 2) Interacción de los factores sexo y SES: las chicas de los dos estatus superiores puntúan más alto en competencia social; la implicación en la vida académica de los/as hijos/as es mayor en las familias de chicas de estatus superiores y que éstas son menos agresivas solo si el nivel de estudios de la madre es de secundaria o universitarios, en comparación a los chicos de SES similar. En el resto de variables analizadas no se han encontrado diferencias respecto al sexo. 3) SES: los datos arrojan desigualdades entre los diferentes SES en algunas variables implicadas en las relaciones sociales (ajuste social, uso de estrategias inhábiles) y en variables relacionadas con el nivel cultural (rendimiento académico y número de libros) a favor de los SES superiores. 4) Influencia del SES en la conducta violenta: las hijas de madres con estudios de secundaria o universitarios son menos violentas que los chicos, así como aquellos chicos/as con mayor número de libros en casa, lo que pone de manifiesto el peso de la cultura familiar, especialmente el materno, como mediador de la conducta violenta. 5) El análisis discriminante muestra el patrón de variables que caracteriza al chico: mayor uso de estrategias inhábiles de resolución de problemas interpersonales; mayor violencia escolar, menor empatía y menor autoconcepto prosocial. 6) Modelo predictivo según el SES: el alumnado con menos uso de estrategias inhábiles, mayor autoconcepto prosocial y mayor rendimiento académico es de SES superior.
Entre las aportaciones de esta investigación cabría destacar: 1) El análisis de los efectos e interacciones, en relación al sexo y SES, en diversas variables implicadas en las relaciones interpersonales, conductas agresivas y violentas, poco estudiadas hasta el momento. 2) Se aporta un procedimiento para el cálculo de la variable SES. 3) Se ha utilizada una nueva puntuación para la “conducta violenta”, variable compuesta ad hoc considerando tres fuentes fundamentales de evaluación: alumno/a, iguales y profesorado. 4) Se ha encontrado un modelo predictivo, a partir de análisis multivariante, que predice los grupos de alumnado, según el sexo y SES, considerando la multitud de variables analizadas.
Bloque IV. Conclusiones.
En relación a las relaciones sociales, agresión y violencia, se han encontrado más semejanzas entre chicos y chicas de lo esperado, sin embargo, las diferencias encontradas son más positivas para las chicas. Los chicos, y especialmente los de SES bajo, puntúan más alto en variables que podrían situarle en una situación de mayor riesgo social y escolar. Por otro lado, los datos señalan el alto peso que tiene la implicación familiar y el nivel de formación de la madre en la conducta violenta. Los datos destacan dos importantes cuestiones: la importancia de seguir desarrollando programas educativos que aborden la prevención de conductas agresivas y violentas, especialmente en los chicos, por tanto, que tengan una perspectiva de género. Por otro lado, la necesidad de seguir impulsando programas que compensen las desigualdades sociales del alumnado de SES bajo.