El presente trabajo aborda el recorrido del agua como imagen poética en sus dos principales manifestaciones —aguas dulces y saladas— en las "Flores de poetas ilustres de España" (1605), antología lírica ordenada por el antequerano Pedro Espinosa paradigmática del manierismo literario español. Desde la cita erudita hasta el símbolo, pasando por el particular tratamiento de la tópica clásica y petrarquista que le sirve de sustancia en un contexto contrarreformista, así como por la característica personificación de ríos y mares que distingue a la obra, se hace patente el protagonismo otorgado a este elemento tanto en la selección de textos como en su disposición y en la particular elocución de la retórica del movimiento. Como sucede con los juegos de agua del jardín manierista, integrando el agua de modo sustancial en su estética intelectualizante y preciosista y en sus diseños geométricos, el libro ofrece la oportunidad como ninguna otra de nuestra literatura áurea de apreciar la innovadora significación y versatilidad de este elemento como motivo poético.