La gestión de residuos mediante depósito en vertedero constituye la forma más extendida de tratamiento de residuos. A pesar de quedar relegada a la última de las opciones desde el punto de vista normativo, es la única forma de gestión necesaria y a la vez suficiente (Williams, 2005).
La proporción de residuos para la UE27 que se destina a vertedero es del 40% aproximadamente, no obstante sigue siendo el sistema de gestión más utilizado en gran parte de Europa. El vertedero puede considerarse como un biorreactor, con residuos sólidos y agua como principales entradas, y gas de vertedero y lixiviados como principales salidas (Tchobanoglous, 2002). Estos dos componentes constituyen los dos grandes problemas ambientales que se plantean en la gestión de los vertederos (Williams, 2005). Existen antecedentes que equiparan el funcionamiento de un vertedero con el de un acuífero aplicando técnicas propias de la hidrogeología a la caracterización de los vertederos. El presente trabajo se centra en determinados aspectos relativos a la
gestión de los lixiviados y del biogás. El estudio del biogás o gas de vertedero, compuesto principalmente de metano y dióxido de carbono, y con un triple papel como gas con efecto invernadero, recurso energético aprovechable y factor de seguridad en las explotaciones, ha sido uno de los objetivos de la tesis. Actualmente se encuentra relativamente extendido su aprovechamiento, pero existen determinados temas todavía poco claros, entre ellos la cuantificación de las emisiones que se producen a través de las capas de sellado, aunque exista una infraestructura de aprovechamiento del biogás. La elección de las metodologías de estimación óptimas para estimar esas emisiones constituye uno de los temas más controvertidos y menos desarrollados actualmente. Por su parte, los lixiviados constituyen el problema de más difícil solución en el ámbito de la gestión del vertedero. La dificultad para establecer balances de agua fiables que permitan estimar las cantidades generadas y la posible existencia de acumulaciones en el seno del vertedero, o de fugas hacia el exterior, todavía no se encuentra superada al cien por cien. Esta simulación se ve complementada con la caracterización hidroquímica de los lixiviados con el objeto de facilitar el conocimiento del funcionamiento del vertedero y los posibles tratamientos a emplear.