En los últimos años y con el incesante desarrollo de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, el uso de redes sociales y smartphones se está naturalizando cada vez más. Sin embargo, en ocasiones el uso inadecuado de ellas ha derivado en nuevas formas de violencia con nuevas características únicas.
De este uso inapropiado de las TICs nacen nuevos conceptos como el ciberbullying, grooming, sexting o sextorsion, que componen las formas modernas de agresión entre en el ciberespacio. En el caso de los y las adolescentes, para muchos expertos se trata de una prolongación del clásico acoso escolar. Sin embargo, si hay algo que lo hace especialmente diferente es el papel que juegan las adolescentes.
El alcance de estas formas de violencia puede ser muy dañino para las victimas dado el anonimato que proporciona el hecho de que se practique a través de una pantalla, lo que hace que la detección y combate de estas agresiones sea más complicada. Otro aspecto a tener en cuenta es la opinión que tienen los implicados sobre estas agresiones, ya que las investigaciones apuntan a una cierta normalización generalizada entre la población adolescente.
Como vías para combatir estas nuevas formas de violencia podemos tomar como referencia en caso de Finlandia, donde el equipo docente junto con el gobierno han puesto en marcha un proyecto basado en la sensibilización y educación que tan solo cuando cumplía un año de su puesta en marcha ya había obtenido unos resultados sorprendentes.
Por tanto, sería interesante continuar con esta línea de actuación y continuar investigando en esta línea, ya que hay muy pocos estudios que reflejen el alcance y la realidad de estas agresiones.