La interculturalidad se puede definir como un proceso pedagógico por el que se promueve una enfatización positiva de la diversidad cultural y la búsqueda de espacios de encuentro para pasar de una mera coexistencia a una convivencia fructífera, y donde el conflicto se concibe como algo absolutamente necesario para el crecimiento de las personas y los colectivos (Leiva, 2014). Partiendo de esta idea, no podemos negar que la interculturalidad ha sido una cuestión muy debatida en los contextos educativos formales y no formales, especialmente en centros educativos y en las etapas de educación primaria y secundaria.
Así, el contexto universitario ha sido –y es- un espacio privilegiado para la formación intercultural de los futuros profesionales de la educación, un escenario donde acercarse a modelos teóricos y estrategias prácticas útiles y efectivas para cultivar en los jóvenes estudiantes de los grados universitarios de educación el deseo de conocer y desarrollar la interculturalidad en su futuro quehacer docente. Sin embargo, han sido escasos los estudios realizados en las aulas universitarias, para detectar actitudes y concepciones educativas hacia la interculturalidad y la diversidad cultural (Soriano y Peñalva, 2015).
En este artículo exponemos los resultados más relevantes de un reciente estudio en el marco del Proyecto de Innovación Educativa denominado Construyendo interculturalidad y cultura de la diversidad en el contexto universitario (PIE15-31, Vicerrectorado de Profesorado de la Universidad de Málaga) realizado con estudiantes universitarios de Grado de Educación Primaria.