Este proyecto lo planteo como una instalación con tres obras que se interrelacionan entre sí, La dualidad del dolor, Exvotos y Nada, en las que intervienen distintos elementos, diferenciados por la utilización de tres lenguajes diferentes, para un mismo tema: el dolor crónico, expresado a través de la metáfora y la alegoría como recursos estilísticos. El discurso en esta obra se establece a través de un mismo hilo conductor, el cromatismo blanco como predominante en todos los elementos que la componen.