Existe una creciente necesidad por conocer en detalle la naturaleza del fondo marino y la dinámica de la vida submarina (hábitats). La Oceanografía consume una gran cantidad de recursos económicos que podrían reducirse si la tecnología de prospección permitiera adquirir datos in situ y transmitirlos de forma automática en “tiempo real”. El desarrollo de las tecnologías de prospección exige equipamientos de adquisición de datos de alta y muy alta resolución, principalmente los de imagen y acústicos.