Sabemos que en Internet existe un discurso violento que va más allá del tradicional discurso del odio y que existe, además, una alarma social que demanda una intervención que no discrimina entre las distintas formas de discurso. Intuimos, de otra mano, que hay eventos de diferente naturaleza entre sí enmarcados dentro de esa comunicación violenta. Del mismo modo, consideramos que, en particular, las RRSS tienen un papel más allá de incrementar la difusión del mensaje. Partiendo de esa premisa, llevamos a cabo una investigación a través del estudio de un caso: el atentado a Charlie Hebdo. Se obtuvo una muestra de 5 días que se compuso de 255.674 tuits que fueron analizados por diferentes evaluadores para determinar si se trataba de mensajes violentos o no. Una vez extraídos los mensajes de comunicación violenta, se procedió a la elaboración de una taxonomía de las distintas formas que se comprendían de discurso violento y de odio.