Investigar si la tomografía de coherencia óptica (OCT) puede ser una herramienta tan válida como la perimetría computerizada (PC) o campimetría para evaluar la progresión del glaucoma primario de ángulo abierto (GPAA) y si están relacionados los parámetros de ambas pruebas entre sí y con la excavación papilar (E/P); así como valorar la relación del grosor macular con el GPAA y su evolución. Observar también si existe evidencia de evolución estructural y/o funcional a corto plazo en pacientes con presiones intraoculares (PIOs) controladas para establecer una pauta de revisiones adecuada.
MÉTODO:
Estudio longitudinal de carácter prospectivo, con seguimiento de 18 meses de una muestra de 187 ojos. Los criterios de inclusión fueron: GPAA controlado con fármacos (PIO +/-5D, AVdel estudio.
Se realizaron 3 exámenes separados por un intervalo de 4 a 6 meses con: medición de PIO, PC y OCT de Nervio Óptico. Se realizó también OCT macular en la primera visita.
Todos los pacientes expresaron su consentimiento de participar en el estudio.
RESULTADOS:
Se halló una relación estadísticamente significativa (p la evolución del grosor del cuadrante inferior de la CFNR (Ith). Se halló un diferencia significativa (pCONCLUSIONES:
Nos faltan evidencias para afirmar que la OCT sea equivalente a la PC para el seguimiento del GPAA. Esta falta de correlación podría deberse a que la OCT no sea válida para el seguimiento, o a que detecte los cambios más precozmente que la PC. Nuestros resultados indican que el grosor macular podría tener un valor predictivo en la evolución del GPAA. La evolución mediante OCT pero no mediante campimetría en nuestros pacientes sugiere que, en consultas que no dispongan OCT, serían innecesarias más de una visita al año en pacientes controlados con tratamiento médico.